Álvaro Zamora
El sabio uso del ocio es un acierto de la civilización y de la educación
–Bertrand Russell–
En el año 2014 asistimos al nacimiento de la Olimpiada Costarricense de Filosofía. Pasados diez años, celebramos la constancia de sus gestores y la de quienes, con ellos, siguen promoviendo su existencia. Así también podemos festejar los éxitos, los alcances y la proyección de una actividad tan señera y significativa.
Probablemente, un acierto notable es que esta Olimpiada convoca a estudiantes de la llamada Educación Diversificada de todo el país, cuyas edades oscilan entre los 16 y los 18 años, incluyendo a los jóvenes autodidactas interesados en la filosofía.
Cada centro educativo puede inscribir a dos participantes, escogidos de previo por el profesor de filosofía quien, si a bien lo tiene, puede organizar talleres, seminarios e incluso algún concurso, a fin de seleccionar a los competidores y, de paso, fomentar en su centro educativo el interés por ese particular pensamiento crítico y sistemático que define a la filosofía.
Autor/ Author
Álvaro Zamora Universidad de Costa Rica
Recibido: 10/10/24 Aprobado: 05/11/24 Publicado: 16/12/24
De acuerdo con propósitos y lineamientos inspirados en la Olimpiada Internacional de Filosofía, esta competencia consiste en escribir un ensayo sobre determinado texto filosófico fundamental. Se entiende en ello, de partida, un triple acierto. Por una parte, el de promover la actividad de análisis y comprensión de textos; por otra, el de fomentar la capacidad crítica y, además, el de redactar con elegancia y coherencia las ideas que puede desarrollar el concursante, en relación con los motivos y conceptos de un ideario filosófico.
Lo primero remite a la lógica. Si bien todo texto puede ser objeto del análisis gramatical (al que un estudiante de colegio debe dedicar horas de estudio) es cierto que el análisis de contenido y la lógica interna del texto, así como la dimensión semiológica del mismo, son materias propias de la filosofía. Lo segundo atiende a cierta capacidad para juzgar, tras el análisis, los elementos conceptuales (teóricos, metodológicos
e incluso prácticos) contenidos en la propuesta textual que enfrenta el concursante. Lo tercero complementa y a la vez trasciende la formación filológica que todo alumno de secundaria debe dominar.
Acertado es, además, un propósito tácito: que las autoridades entiendan la importancia de la filosofía en la Educación Secundaria. El pensamiento filosófico es tan útil como importante en ese y otros niveles educativos.
Si el Estado desea realmente que su sistema educativo produzca profesionales de alto nivel, mucho avanzará en tal propósito al implementar la filosofía, desde edades tempranas, en la oferta curricular: lógica, epistemología, análisis crítico, ética y, no menos interesantes o formativos, criterios para comprender la cultura y el arte, la convivencia y los fenómenos políticos.
Tras leer el informe de la Profesora Kattya Arroyo sobre la X Olimpiada Costarricense de Filosofía, me parece que debemos agradecer la creación de esta actividad, tanto como su continuidad. Arroyo agrega al título de su informe la frase
¨crónica de un desafío¨ y vale entender en ello una actitud prospectiva tanto como una loable vocación de servicio. Pero el informe es más que una crónica; veo en él certezas y energía; Arroyo bien sabe que el futuro se construye y que la filosofía puede ser esencial para convertir en éxito esa labor.
En el 2024 ella y sus colegas han concretado un décimo acierto y conviene por ello dedicarle especial agradecimiento a ella como al Prof. Luis Diego Cascante y a la Prof. Jacqueline García; pero también a todos los involucrados en el trabajo que hace posible la Olimpiada desde hace una década.
El décimo acierto