Leonet Zelaya Morataya

Collagae


  1. Mis hermanos indocumentados

    Tienen una misión que los espera…

    ¡Lágrimas que nunca quedarán en el olvido! Un domicilio prohibido:

    cruzar la frontera…


  2. Esperanza


    Ilusión, presagio o premonición; llevamos al dormir desde pequeños: anhelos, metas y contradicción aparecen en los sueños...


  3. Nostalgia

    Sollozo, al amanecer,

    me invitó a despertar un canto de ave:

    ¡nunca más he vuelto a oír la sonrisa de tu ser! Ahora me pregunto, ¿qué traerá el atardecer, si tu mirada no me ve?


  4. Libertad


    Oculto en mi orgullo terco, el dolor que me mantiene:

    el sueño de un pueblo bravo que ha sido esclavizado; y ahora, organiza, lucha y no se detiene…


    Autor/ Author

    Leonet Zelaya Morataya, Universidad de El Salvador, lio_ zm@hotmail.com


    Recibido: 11/03/22 Aprobado: 25/05/22 Publicado: 08/07/22


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  5. Equivalencia


    Todo en la vida es lucha, todo es ruido, o entonación

    y todo, como el amor que escucha, antes fue guerra y contradicción.


  6. Analogía limítrofe


    “Te vas” …, quedándote como un eterno amanecer Hay amores que yéndose nunca se van: se quedan. Te vas, mi tempestad dicotómica,

    dejándome tus abrazos, esmeraldas y turquesas…, te vas, mi pavura labilidad y caótica,

    lo haces, divergiendo mis sonrisas, dejándome disforia

    y anhelando la física

    de tus labios en euforia.

    ¡Te vas?, pero quedándote a mi lado, te vas dejándome distimia

    y desagrado.

    Te quedas, mi sueño utópico de armonía, aquí estarás siempre,

    recetando humanidad, intelecto y melancolía; lloviznando aromas de café

    entre los días.

    Te vas, quedándote al límite fronterizo de mi cordura y la fe,

    como un hechizo

    que ha de mantenerse perenne; cual semilla en tu vientre.

    Te vas y te quedas, mi borderline en mí, a la misma vez,

    para que sigas idealizándome y devaluándome sin ninguna timidez,

    para que lo imposible sea posible, hasta envejecer. Eres amor que se va, pero quedándose,

    como el universo, la muerte y la vida: tú eres un eterno amanecer.


  7. Cuando no estás


    Hay tristeza en el respiro cuando estás ausente,

    todo se vuelve oscuro y vacío;

    porque fugitiva está la felicidad de repente.


    Cuando estás ausente, el presente llora

    y las pupilas quieren verte,

    mi futuro huye y se desconsuela.

    Cuando estás ausente soy un ser tétrico,

    un muerto viviente; dolor de un cántico

    sonoro que recluido está en la mente.

    Cuando estás ausente

    no hay amarillo, rojo ni verde;

    soy un mendigo de nuestra historia que se refugia en la memoria;

    soy un herido que se resiente

    y palidece, porque no estás presente.


  8. Sueños equivocados: pesadillas venideras

    Sueños disparatados de grandezas,

    egos, poder, nacionalismos extremos, avaricia y riquezas;

    armamentos de codicia:

    destinados para amontonar cráneos, desiertos y malezas.

    cadenas indolentes

    de nuestras hipócritas torpezas, huellas de sangre

    construyendo nuestra condena. Más temprano que tarde; nuevamente le llamaremos guerra.

    Huesos y carnes quemadas

    a la distancia…, obuses, mutilación, fuego, destrucción, rostros húmedos y rosados por televisión;

    clamor y tristezas por internet:

    ¡No ha de ser igual!

    Desde las dinastías, Mesopotamia, el Peloponeso, Vietnam,

    El Salvador, Irak y Afganistán…, hasta Ucrania y una posible tercera guerra mundial;

    no nos cansamos del dolor, las injusticias, desinformar y manipular…

    ¡Hasta dónde llegará nuestra inconsciencia? Sin que antes hayamos aprendido a amar.

    ¿Será qué el precio que tenemos que pagar, será la aniquilación global? Necios, insensatos: “la especie más racional”.

  9. Para ti, salvadoreña

    Para ti,

    cielos despejados, llenos de estrellas

    con fantasías volviéndose reales de justicia humana,

    para ti, el aroma de las flores más bellas

    de mi tierra El Salvador que hasta en la tristeza ama. Para ti,

    amada mirada del día

    con terciopelo de suspenso en las mejías, para ti, ternura y sonrisas de picardía

    por las madrugadas frías. Para ti,

    la más cálida prosa

    y la posibilidad más compleja por imposible que fuera, para ti, luna hermosa:

    mis pensamientos constantes y el sol de primavera.


  10. ¡Vuelve!

    ¿Dónde estás?

    Te nos has escurrido… Parece que el viento

    ya no acaricia al lamento, ya no censura al olvido, ya no envilece al egoísmo,

    ya no ilusiona al hambriento, ya no enternece lo prohibido…

    Sin ti, solo somos un oscuro abismo.

    ¿Por nosotros te has ido?

    Ya la lluvia no nos susurra el recorrido, se nos acaba Cronos;

    por nuestras disputas perece, con guadaña o por hoz;

    El amor se ha perdido:

    por ningún lado aparece.


  11. La más grande belleza-intelectual


    Grandioso misterio del mar: sirena, nereida llena de conocimientos, autónoma en tu navegar.

    Armonía de la naturaleza: dríade que vives mientras azotan los vientos, pues vales por millones de hombres a la hora de luchar;

    solamente tú sitúas nuestros pies en los diversos suelos y a la vez tienes el encanto para hacernos volar.


    Te amamos tantos, pero nos hemos resistido tanto a tu dignidad

    ¡No hemos entendido tu valor real!

    Quizás no merezcamos el amor que siempre nos has dado sin banalidad. Hay que reconocer lo grande que eres y lo pequeños que seríamos sin tu verde floral, sin duda alguna, la historia sería mejor con tu sabia mirada, pudiéndola atesorar,

    ¿¡pues mira qué hemos hecho los hombres con ella!? Solo murallas y conquistar. Para valorarte deberemos aprender a liberarte, llorarte, alegrarte,

    vivirte, respetarte, empoderarte, soñarte… Amarte.

    ¿¡Cuánto nos has legado!? Y nosotros sin admitir la huella de tus manos. Mujer siempre debes ser lo más preciado;

    tu valentía por los tuyos es más fuerte que mil tiranos,

    ¡pues nadie te ha regalado nada; tú lo has conquistado!

    Tu fidelidad es incalculable cuando de veras amas,

    tu belleza es radical, como el verde gramal de tus ideas,

    y tu fuerza es ilimitada cuando eres mamá y papá a la vez.

    ¿Qué más puede pedir un ser viviente?, cuando ha sido amado por una mujer.

    ¡Nuca serás tres, cinco o seis, sino diez!

    ¡Tú que eres belleza, fuerza e inteligencia en un solo ser! Siempre has sido a más grande belleza-intelectual amada mujer, lo supieron grandes como Sartre y otros como yo;

    convivir contigo es lo mejor…

    ¡Oh, amada mujer!

    Una misión tienen por clave en sus bellos intelectos queridas mujeres, porque ustedes son la esperanza humana si se lo pueden creer:

    para humanizar las torpezas que hemos hecho los hombres; porque nosotros no lo hemos podido hacer…


  12. Tú y yo


    A ti que eres buenísima actriz, cuando dices amarme vilmente, a ti que cuando lloras estás riendo hábilmente,

    a ti que eres lobo, cuando hablas como oveja tristemente, a ti que cuando ríes estás odiando con la mente.

    A mí que me abrazas, besas y acaricias tiernamente,

    A mí que soy tu juego de deseos, amor, odio y tristezas,

    A mí que me has impreso en lo más profundo de tu vientre,

    A mí que me has convertido en el reflejo de tus infamias.

    A ti, todos deben odiarte y maldecirte amargamente, a ti, solo desprecio puedo darte justamente,

    a ti que por no ser auténtica eres cobarde ante la gente, a ti, no hay que darte oídos por no hablar honestamente.

    A ti que aun siendo tan malvada los demonios te han odiado, A ti que la envidia te ha llevado a la agonía,

    A ti que finges misa, cuando eres infierno;

    para ti son estos versos: maldita hipocresía.

  13. Contigo

Contigo,

van mis pensamientos, torrentes golpeándome contra las rocas, recordándome la ternura

de tus ojos.

Apnea inclemente,

que entre aguas sofocas; ilusionando suspiros: anhelando tu boca.

Contigo,

mis temores se acrecientan, lloviznando pavura, trinando atardecer, lagrimando por perderte.

Son ahora

moribundos que alientan a encontrar cura,

para no enloquecer por esta sutil censura que ya no te deja ver.