Marta E. Rojas Porrás

Carta. Mujeres y amor, recursos para reconstruir la esperanza en un mundo de desarraigo y confusión


La sección “Poiesis” presenta una muestra poética denominada “Collage”, de J. Leonet Zelaya Morataya, profesor de filosofía de la Universidad de San Salvador.

En 13 poemas, como en un lienzo variado en imágenes con diversas temáticas, afloran diversos contenidos.

En los primeros cinco textos, las migraciones dolorosas enredan el cruce de fronteras con el sueño de la esperanza por la libertad de un pueblo bravo que no se detiene. Las nostalgias por lo perdido tiñen el horizonte de equivalencias entre la vida y la lucha, ruidos arbitrarios y compases entonados, guerra y contradicción.

Tres poemas tratan sobre el eros:

En “Analogía limítrofe” se aborda el tema del amor que ido no se suelta y se vive como un retorno en ausencia, una dualidad, dicotomía o ambigüedad. Este texto acumula una serie de palabras científicas que hacen referencia a estados emocionales de inestabilidad y desproporción afectiva (labilidad). Se crea un caos de alegría y tristeza, donde se confunden la depresión (distimia) y el sueño utópico de la armonía. Se vive en el límite fronterizo entre la cordura y la fe en una relación disfuncional y tóxica (mi borderline en mí, / para que sigas idealizándome y devaluándome) con sensaciones de vacío y tedio que se reconocen; pero el yo lírico no está dispuesto a cortar (para que lo imposible sea posible, hasta envejecer, / como el universo, la muerte y la vida: / tú eres un eterno amanecer).

En “Cuando no estás”, la ausencia del ser amado colorea


Autor/ Author

Marta E. Rojas Porrás, Asociación Costarricense de Escritoras, merojasporras@gmail.com


Recibido: 18/0422 Aprobado: 25/05/22 Publicado: 08/07/22

el mundo de tristeza, oscuridad, vacío, llanto y desconsuelo. Convierte al yo lírico en un muerto viviente y un mendigo herido.

Asimismo, en “Contigo”, el recuerdo de la ternura golpea contra las rocas y el anhelo sofoca. Es un amor que acrecienta los temores, trae lloviznas de pavor y miedo a la pérdida.

En “Sueños equivocados: pesadillas venideras” se condenan los sueños disparatados de grandeza, los egos, los nacionalismos extremos y la avaricia; el afán de poder y riquezas que han conducido a la construcción de desiertos,


131

Esta obra está bajo una Licencia Creative Common Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.

encadenamientos, derramamientos de sangre y guerras. Se pone en evidencia la inconsciencia de la racional especie humana que conduce el mundo al exterminio.

Este mosaico poético ofrece dos poemas dedicados a la mujer:

“Para ti, salvadoreña” es un canto a la mujer de este país en el que se la compara con la luz: con estrellas, flores, cielos despejados, día, ternura, suavidad, picardía, calidez, luna, sol y primavera.

Por otro lado, “La más grande belleza intelectual” corresponde a una salutación a la mujer en general. Inicia con imágenes marítimas (sirenas y nereidas) que refiere como misteriosas, conocedoras y autónomas. Continúa con seres terrestres como las dríades (ninfas de los robles en particular y de los árboles en general) armónicas, valerosas, realistas (con pies en la tierra) e impulsadoras del vuelo y de sabia mirada. Con un despliegue de las cualidades de la mujer, hace un llamado al reconocimiento de su saber y actuar. Cierra el poema planteando a las mujeres como la esperanza humana.

¡Vuelve! es un llamado al amor. Le reclama ser escurridizo; no consolar en el lamento; no censurar el olvido ni el egoísmo. Dejar al mundo sin ilusión ni ternura, convertido en abismo oscuro. El tiempo se acaba, es perentorio que el amor vuelva. En “Tú y yo”, el tú es la hipocresía, actriz vil y hábil; lobo con apariencia de oveja, cobarde, despreciable, envidiosa. Convierte a los seres humanos en reflejo de sus infamias y hasta los demonios la han odiado: finges misa, cuando eres infierno; / para

ti son estos versos: maldita hipocresía.

Esta muestra poética, a manera de collage, compone una pintura de textos que muestran un panorama humano plagado de hipocresía que conduce a la guerra y a la muerte, un lugar donde se vive el dolor por el desarraigo de la propia tierra y del amor, el eros se experimenta como perdido en relaciones enfermizas y confusas. Se pone en evidencia la inconsciencia de la racional especie humana que conduce a la aniquilación total, donde, según el yo lírico, las mujeres y el amor son los únicos recursos para construir la esperanza.


132

Marta E. Rojas Porrás